Llegando a Madrid... vuelo retrasado, metro hasta Atocha donde debo tomar un AVE a las 7:30 am rumbo a Sevilla. En Madrid... después de un vuelo via Rio - Frankfurt... unas 30 horas sin dormir que se estiran... Puerta de Atocha imponente, como siempre, pero a la hora de cierre, los últimos pasajeros saliendo, la seguridad de la estación echando de los bancos de la estación a los que intentan refugiarse ahí por una noche... la calle a las 2 am sin Metro, ni transporte, ni lugar a dónde ir es siempre inhóspita. A las 7:30, tren a Sevilla. Una noche larga, sin hotel reservado y con una espera de 5 horas por delante empecé a andar las callecitas de Atocha (barrio) a buscar un lugar donde pasar las horas de la noche. Encontré el Bar Asturias, donde me dijeron que no iban a cerrar, y que la cocina podía preparar un tocino con papas y huevos fritos. Además tiene conexión a Internet. Es mi lugar esta noche para bohemiar en Madrid.
El Bar Asturias es antiguo, iluminado con unos pocos fluorescentes mugrientos. Después de unas 30 horas sin dormir y sin tener a dónde ir es un lugar perfecto. Me siento en una mesa retirada. Saco mi netbook y despues de responder e-mails y conversar via chat con algunas personas me acuerdo de que tengo cosas de trabajo para hacer... repaso mentalmente una agenda desordenada por el sueño y recuerdo un paper que tengo para corregir y otro para terminar. Empiezo a sentir el texto siendo producido en la cabeza... hacía muchísimo tiempo que no me ocurría... sentir el texto como si me fuera dictado por dentro...
El ambiente no es lo que podría decirse ideal para escribir un texto de estos... menos aún en inglés: hay dos máquinas tragamonedas en una pared próxima, un par de borrachos en la barra que cada tanto me hablan buscando conversación futbolera... unas señoritas que deben tener una reputación cuestionable entre las damas del barrio me miran y charlan con unos muchachos. Hablan algo que arriesgaría es rumano. Empiezo a escribir... a mil. Al fondo un plasma pasa los peores videos posibles en MTV. Las ideas vienen y el texto fluye. Pasa una hora, dos... vienen cafés, cortados, siguen los borrachos, las chicas, alguno se va, otros llegan... sigue, sigue, sigue la vida en el Bar Asturias donde Pedro, el mozo hace de todo atrás de la barra... uno de los borrachos le canta a una de las chicas "Ai se eu te pego...", el mega-éxito de Michel Teló. la vida de Madrid, de los barrios, de lso laburantes, de los que le arrancan una cervecita a la madrugada... tod@s cada tanto me hacen algún comentario... extraño un argentino pasando una noche frente a una computadora... viniendo de São Paulo, de paso para Sevilla... y tan adentro del Bar Asturias, por momentos como si uno hubiera nacido aquí. El borrador está pronto. También este post. La estación Puerta de Atocha está abriendo y comienza a clarear. Hora de un último café... y de despedirme de estas buenas gentes.
El Bar Asturias, desde mi mesa (4 de setiembre de 2012, circa 4 am)