En Brasil, y particularmente en São Paulo, existe una especie de culto a la odontología, lo que en términos de salud pública no está mal. Todo el mundo tiene ortodoncia mientras tenga dientes para enderezar (si señor, yo también caí en la onda ortodoncia porque si no iba derechito a los implantes), todo el mundo va al dentista regularmente, todo el mundo más o menos sabe de nuevos materiales y posibilidades técnicas para prevenir caries, retracción de encías y otras catástrofes bucales. La cosa es que a la gente se la educa sobre la base de una especie de obsesión por la limpieza bucal: en la cartera de la dama o el bolsillo del caballero NUNCA faltan el cepillo de dientes, el hilo dental, el dentífrico, o (si usa ortodoncia) los famosos enhebradores. Puede haber además otros accesorios como cepillo interdental y eventualmente otras cosas que me da miedo preguntar para que sirven.
Como rutina mucha gente se cepilla los dientes:
1) al levantarse de la cama
2) cuando termina de desayunar
3) cuando termina de tomar el cafecito al llegar al trabajo
4) cuando termina de almorzar
5) cuando termina el cafecito de media tarde
6) cuando toman la merienda con "salgadinhos"
7) cuando llegan a casa antes de cenar
8) después de cenar
1, 3 y 5 podrían ser considerados opcionales. No cumplir con 6 y/o 7 puede resultar más complicado. El incumplimiento de los otros es tan grave como bañarse con frecuencia menor a una vez por año.
Nunca en Argentina he visto que la gente tenga
stocks de cepillos de dientes en sus casas. como ocurre aquí. De hecho, me acuerdo que de chiquito, olvidarse el cepillo de dientes cuando uno iba a a dormir a lo de un amiguito era una especie de pequeño percance: nadie tenía en su casa un cepillo nuevo para darte, pero no era muy grave pasarse el dia entero sin cepillarse, apenas un poco desagradable.
Abriendo mis cajones me encuentro con que algunas cosas de la cultura local se me han pegado:
Situaciones o lugares en los que nunca me imaginé antes que iba a ver gente lavándose obsesivamente los dientes:
1) en el shopping despues de cenar y antes de entrar al cine: es frecuente ver gente haciendo cola para lavarse los dientes.
2) en baños en cualquier estado de higiene de ómnibus de larga distancia.
3) en baños de estaciones de servicio no necesariamente limpios.
4) atrás de un árbol (por ejemplo durante un pic nic, como si no fuera posible esperar un poco a llegar a un lugar más confortable).
5) en una piragua, después de comer sanguchitos.
Diez nacionalidades de extranjeros con los que he cruzado comentarios sorprendidos por tanta higiene bucal (evidentemente encima de los estándares de los respectivos países):
1) Alemanes
2) Franceses
3) Canadienses
4) Egipcios
5) Indios (de la India)
6) Uruguayos
7) Chilenos
8) Colombianos
9) Españoles
10) Croatas
hay más, pero creo que esta lista es suficiente para ilustrar que estas (en principio buenas) costumbres son vistas como un cierto exotismo. Este hábito casi obsesivo es interesante porque poquísima gente que conozco de hasta 40 años sabe lo que es por ejemplo un tratamiento de conducto. Y una extracción: sólo si va con el tratamiento ortodóntico. O sea que esto de alguna manera acaba funcionando, y bastante bien. A copiar!