Leite derramado (Leche derramada, claro) es el segundo libro de Chico Buarque que leo (el primero fue "Budapeste"). Es una novela corta, bastante estructuradita, que entra dentro de las líneas de las sagas familiares, pero con un par de particularidades. Quien relata es un anciano centenario, proveniente de una familia de la aristocracia carioca de fines del siglo XIX, él y la familia muy venidos a menos. Por lo tanto el anicoano relata desde una cama de una unidad básica de salud en algún lugar de la Baixada Fluminense, lugar pobrísimo si los hay. Hasta aquí todo bien. Lo curioso es que ChB juega con la memoria del personaje, que relata barajando memorias, fantasías y mentiras que debió contar para evitar la vergüenza y el escarnio, y en las cuales llegó a creer. La novela entonces se vuelve una especie de caleidoscopio y propone múltiples caminos por los caules el personaje puede haber llegado a la situación en que se encuentra y desde la cual relata. Algunos de esos caminos son verosímiles, otros no. El lector debe ir armando el rompecabezas y "armar la historia que más le cierra". Libro interesantísimo, donde se mecha una búsqueda formal (darle estructuras múltiples a la novela) con el contenido (que parece venir en capas o láminas sucesivas), en el que ChB (igual que en "Budapeste") no escribe (a mi juicio) ni una palabra más de lo necesario. Y ni una menos. Me encantó.
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