El domingo fui al cine Reserva Cultural, en la Avenida Paulista, espacio que me gusta mucho, para ver Taking Woodstock de Ang Lee. Es una película basada en episodios reales que ocurrieron durante la organización de gran y mítico Festival de Woodstock 1969. Muestra un poco la trastienda del famoso mega-recital. La peli es muy simpática, llega a ser divertida, pero sobre todo emociona a quienes como yo tienen una nostagia adquirida a posteriori de aquellos tiempos. Digo adquirida a posteriori porque son tiempos que no viví, y en los cuales me referencio a través de imágenes, filmes, consignas, estéticas en general, y por supuesto de los grandes músicos populares que orbitaban entonces el rock americano y la contra cultura en general, tales como Bob Dylan (que no tocó) y Joan Baez en primerísimo lugar, pero también y no muy lejos Jimmy Hendrix, Janis Joplin, Santana y un poco más atrás en mis preferencias The Incredible String Band, Joe Cocker, o The Who. Como todas las pelis y documentales sobre el movimiento hippie y los sueños de los ´60 y comienzo de los ´70 me emocionó un poco y salí con la sensación de lo insípida que es esta época, en la que todo el mundo vive en un falso flashback y para tener alguna cosa emocionante para contar hay que pagar una entrada.,or ejemplo a reediciones de Woodstock en las que había pistas de barro sintético para que la gente se sintiera como si fuese "aquel" Woodstock, pero todo con protección porque si te caes y te lastimás un poquito podés hacerle un juicio a los organizadores).
La peli es agradable, y es una historia en la trastienda de la organización de Woodstock, y toca tangencialmente cuestiones políticas de época como la guerra de Vietnam y el Movimiento Feminista. Es claro que fui corriendo a alquilar el famoso documental Woodstock de Michael Wadleigh y Martin Scorsesse. Y no hay caso, la sensación empeora... vivimos una época estúpida...
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