En Córdoba, donde el espectro K no tenía candidato, no pasó nada digno de nota: ganó una versión más o menos tradicional del justicialismo cordobés: José Manuel de la Sota fue electo gobernador. Desde mucho tiempo atrás, de la Sota camina una línea ambigua en su relación con el gobierno nacional, que no puede ser marcada como de oposición, ya que mantiene negociaciones permanentes y fluidas con el ejecutivo. Sin embargo, previsiblemente este resultado será levantado por el oligopolio mediático nacional como una derrota para el gobierno nacional y un pre-anuncio de una posible derrota en octubre en segunda vuelta. A partir de aquí dos cosas:
1. Si les crees, jodete.
2. Como dice Tommy Barban, octubre es mañana. A laburar!
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