A no asustarse! Estoy refiriéndome a El Café de los Maestros, la orquesta típica producida por Gustavo Santaolalla, que acompaña a los mayores íconos vivos del tango (mayores en los dos sentidos: calidad artística y edad). Es que estar en una capital cultural te permite tener acceso a una representación razonable de lo universal. Y esto no podía faltar, claro.
Todos saben que el tango es un género que no curto tanto, y en el que me voy metiendo por dos puntas: Vani por el lado de bailar, y mi amigo Martín Mirol por el lado de la orquesta De Puro Guapos, creada y dirigida por él (sobre la que voy a hacer un post próximamente).
El Café de los Maestros es un lujo aún para no amantes del tango. Ver en vivo a figuras históricas como Leopoldo Federico, Ernesto Baffa, o Gabriel Chula Clausi poniéndole bandoneón de verdad a la cosa es toda una experiencia. Pena que ni Salgán ni Mariano Mores pudieron venir por razones de salud.
Todos saben que el tango es un género que no curto tanto, y en el que me voy metiendo por dos puntas: Vani por el lado de bailar, y mi amigo Martín Mirol por el lado de la orquesta De Puro Guapos, creada y dirigida por él (sobre la que voy a hacer un post próximamente).
El Café de los Maestros es un lujo aún para no amantes del tango. Ver en vivo a figuras históricas como Leopoldo Federico, Ernesto Baffa, o Gabriel Chula Clausi poniéndole bandoneón de verdad a la cosa es toda una experiencia. Pena que ni Salgán ni Mariano Mores pudieron venir por razones de salud.
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