Las escuelas rurales (por usar un término que reúne todo lo que se opone a escuelas urbanas) son siempre lugares emocionantes. No se trata de lo que aprendan los chicos en términos de programas escolares. Son un reflejo de la vivencia misma del país profundo. Son lugares que contienen escencias culturales del lugar en el que están implantadas, mezcladas con contenidos de aquel otro país que las contiene, que en realidad es el miso país (o es al revés?): se supone que l@s chic@s cursan los grados para aprender portugués, geografía e historia brasilera... o argentina, tanto da. Las escuelitas rurales conforman un "meta-país" con sus lógicas, sus realidades independientes de Brasil, o Argentina, o lo que sea. En el "meta-país" escuelitas rurales tod@s ponen el hombro para enfrentar los bordes más adversos de una realidad, que se construye día a día, donde se pelea para correrle los límites a la miseria, a las enfermedades (muchas evitables) contra las que se lucha precariamente. En las diferentes geografías de ese "meta-país" pasan cosas parecidas, independientemente de si el país que contiene alguna de sus parcelas se llama Brasil o Argentina: chiquitos de 10 años con cara de adultos, caminando kilómetros para ir a la escuela, llevar a sus hermanit@s de la mano... historias que muchos conocemos, y sin embargo vuelven a conmovernos...
Escuelita principal del ramal Remansinho. La camioneta es del Serviço de Vigiláncia em Saúde
Menino jugando a la pelota en el recreo
"Al maestro con cariño": torta de cumpleaños dedicada al maestro de la escuelita, hecha de manera comunitaria en un lugar donde no es fácil conseguir harina ni hay horno a gas... la decoración: el escudo del Flamengo, equipo de fútbol del maestro
La salita de aulas
Los chiquitos aquí saben desde que tienen memoria que si tienen fiebre cada 2 o 3 días pueden estar enfermos de alguna de las formas de la malaria. Saben que tienen que hacerse tomar una muestra de sangre del dedo. Cuentan cuántas veces se enfermaron. A algunos les da miedo, dicen que les duele el pinchazo. Otros dicen que ya se acostumbraron y ofrecen el otro dedo: cada dedo pinchado vale dos caramelos comprados por la maestra.
En el recreo, los chiquitos yendo al puesto sanitario a tomarse una muestra de sangre para el examen de malaria
Volviendo a clases después de la toma de muestras de sangre para el examen de malaria
Escuelita rural en el Ramal dos Mineiros: escuelita que funciona durante 15 días para después tener un receso de 1 semana
Escuelita primaria municipal "Flor da Amazónia", situada hacia el final del Ramal Remansinho. Esta escuelita técnicamente pertenece al municipio de Lábria, estado de Amazonas. Debido a su localización geográfica, el trayecto hasta el municipio de Lábria es de unos 400 km, buena parte sobre caminos que son huellas en la tierra o en el barro
2 comentarios:
Ariel, como só vi os posts sobre Acrelândia agora, meu comentário chega tarde. Que delicadeza de observação. Obrigada por dividir vivência tão singular - desde a descrição das escolas rurais, a consciência das crianças sobre os sintomas da malária e momentos singelos como o do bolo - com quem está há quase 4 mil quilômetros distante.
Kátia, obrigado pelos elogios. Lugar especial esse ai, sem ondas enormes de mar azul, sem montanhas nevadas com vales e lagos... apenas pessoas tentando sobreviver e/ou ajudar a sobreviver, e o mato em situação de maltrato crônico... É para pensar.
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