martes, 8 de marzo de 2011

Carnaval de Rio de Janeiro - 2011: segundo día

Continuando con la misión de reseñar el Carnaval carioca y paulistano 2011, nos remitimos una vez más a nuestra fuente carnavalera, que dice cosas coincidentes con lo que vimos por pedazos (esta vez siiiii!) por televisión. Beija-Flor, una de las mejores para mi gusto, desfiló con un enredo que a mí particularmente no me emociona, pero a muchos brasileros, argentinos y otras personas de otros lados del mundo tal vez sí: un homenaje a Roberto Carlos. No importa el enredo, los desfiles de Beija-Flor son siempre un ejemplo de buen gusto (dentro de la estética del carnaval carioca, se entiende), con parejas de Mestre Sala y Portabanderas que emocionan hasta en la gestualidad, la evolución suele ser impecable... en fin. A pesar de haber desfilado con luz de día (dicen los entendidos que eso no debería afectar, pero la verdad... detalles de las fantasías y los carros se ven diferentes) Beija-Flor de Nilópolis hizo un bonito carnaval en la Sapucaí. Ya Acadêmicos de Salgueiro, una de las Escolas más tradicionales, tuvo varios problemas desde el comienzo. Desfiló contando la historia del cine. Un comentario de destaque para la Comissão de Frente: sin dudas una de las mejores. Excelente también el carro abre-alas. Una pena que hayan tenido dificultades al entrar el carro al sambódromo (demasiado grande para la maniobra que debía ser ejecutada). El retraso de la entrada cuando la Comisão de Frente ya estaba en la Avenida perjudicó además del tiempo, la evolución, ya que se abrieron algunos "agujeros" en el frente del desfile. A lo largo del desfile se fue resolviendo, pero terminó con un retraso de más 10 minutos, lo que le va a costar por lo menos un punto (que es muchísimo). A pesar de haber hecho un desfile muy lindo e interesante puede quedar muy atrás en la puntuación. Finalmente, la otra Escola que se destacó anoche fue União da Ilha do Governador, con un enredo sobre "O mistério da vida", que fue presentado bajo una cita sorprendente:


Este, claro, me resultó particularmente tocante, ya que junta dos mundos apasionantes para quién escribe, y que son difícilmente juntables: la maravilla de la vida y el carnaval. Ahora entonces, en Rio voy por Unidos da Ilha!

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