La última tarde en Fes tuve la suerte de que Abdellatif, el dueño del Hotel Jnane Sbile donde me estaba alojando, me propusiera encontrarnos para llevarme en auto a hacer un rodeo de la ciudad para tener una vista desde las colinas cercanas. Fue muy interesante, porque Abdelltif es un enamorado de Fes, se ve que la conoce bien tanto geográfica como histórica y culturalmente. Me señaló detalles e hizo observaciones que son imposibles de encontrar en una guía de turismo. Después fuimos a tomar un te de menta a uno de los mejores cafés de la ciudad y finalmente a cenar. Fue una despedida fantástica de esa hermosa ciudad.
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