Imposible hablar en pocas líneas de las aberraciones de la política argentina de estos últimos tiempos. Pero hay algo que no aparece en ninguna parte. Se habla de la judicialización de la política dentro de esa institución aberrante en que se ha convertido el Congreso, y hay buenas razones para la alarma. Se equiparan fallos que no son equiparables, y se confía en los tribunales para contener avanzadas de ambos lados. Sólo que... a la hora de hacer una denuncia se sortea el juzgado donde caerá la causa en cuestión... sea cual fuere esa causa y la resolución del juez (excepto la excusación y vuelta al recinto como estaba, cosa que no viene ocurriendo), fijará líneas políticas en economía y en el (des)balance oficialismo - oposición. Como hay mucho material sobre todo esto en internet y en la mayoria de los diarios, no estoy en condiciones de aportar nada nuevo excepto lo sigueinte: la dirigencia política argentina (y en consecuencia sus representados) estan transfiriendo la responsabilidad de las grandes desiciones políticas al bolillero... al azar. El azar determina si la denuncia cae en un juzgado favorable a uno u otro lado, y por lo tanto (por ejemplo) si se hace un ajuste económico para honrar compromisos financieros externos o si se paga con el excedente de reservas. Eso es hacer retroceder el terreno de la política, es un retroceso en los márgenes de libertad y autodeterminación... es entregar poquito a poco la democracia a un juego de azar: ruleta rusa.
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