Los que me conocen saben bien acerca de mi debilidad por una de las manifestaciones culturales brasileras para mí más complejas, completas, expresivas y originales: la capoeira. Está tan difundida ya por el mundo que casi cualquier capital o ciudad que se precie ya fue sede de una "roda" funcionando al toque de los instrumentos típicos: berimbaus, el reco-reco, los atabaques y el agogó. La capoeira es folklore y rebeldía también, tradiciones y leyendas. Acabo de ver en DVD Besouro (2009), una peli de João Daniel Tikhomiroff que ya pasó sin muchos comentarios por el circuito de cines de São Paulo. Es una peli, muy recomendable por la estética, fotografía, iluminación, la música... en fin, por la originalidad. Besouro revisita una leyenda de la capoeira, la historia de Manoel Henrique Pereira (nombre de capoeira: Besouro Mangangá), capoeirista mítico. La estética de la película, donde aparece como uno de los hilos conductores la belleza de la capoeira en sus riquísimas modalidades danza/arte marcial/arte expresiva, parece bastante inspirada en películas de tipo de las de Zhang Yimou, y de hecho parte de las secuencias de lucha fueron coreografiadas por Huen Chiu Ku (Kill Bill - Quentin Tarantino). Es interesante además el hecho de que fue filmada con un importante elenco de actores nóveles (capoeiristas de altísimo nivel como Ailton Carmo, Jessica Barbosa, Anderson Grillo e Leno Sacramento) que se atreven por primera vez en un escenario.
Una de las secuencias más interesantes del filme, en que la capoeira muestra un registro expresivo que pocos conocen.
Sugiero que presten atención al momento de la chamada, ese baile de a dos que en la capoeira es señal de paz o el momento de la traición.
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