Hace unos días comenzó en algunos blogs una discusión sobre el kirchnerismo: si es un post peronismo, si es un movimiento de izquierda, si es un movimiento progresista... pero sobre todo responde a la duda de cuándo vendrá el próximo Cobos o la próxima Ocaña, o el próximo Redrado... será Sabatella? y del lado del progresismo la discusión en espejo es si el kirchnerismo es lo suficientemente puro como para poder asociarse a ese movimiento "sin mancharse" por decirlo de alguna forma. La metáfora del techo: y si el techo no sube porque los compañeros K (muy progresistas ellos) necesitan de los intendentes del conurbano para hacer política territorial? En los blogs llamados Nac&Pop la discusión está desatada. Creo que lo primero que hay que poner en caja es el tema de que el desflecado de aliados no es un monopolio de los transversales sumados al proyecto kirchnerista. Veamos un ejemplo: Anibal Fernandez y Felipe Solá estaban alineados con gestiones peronistas anteriores, y desde el comienzo del kirchnerismo recorrieron trayectorias completamente diferentes, uno de ellos yendo directamente a alinearse con uno de los grupos opositores más impresentables: el llamado peronismo federal. Los dos son personajes sumados inicialmente "desde afuera" del núcleo duro K. Alberto Fernandez es otro caso que debe ser analizado. Constituyente del "núcleo duro K" desde la primera hora, acabó saliendo del gobierno y vaya si lo escucha el Partido de la Patria Mediática. Así podríamos seguir por un buen rato. El origen peronista puro no garantiza la homogeneidad de alineamiento frente a la parte progresista del proyecto K. Afirmar que ese es un motivo para irradiar a la gente del EDE por ejemplo, es una falacia. Como comenté en esta entrada del blog de Eva Row,creo que se está perdiendo el foco. Esta discusión en este momento es simplemente una consecuencia directa de que desbaratado en buena parte el frente opositor (el mediático incluído) hay que direccionar la mística militante a otras apuestas. Sin dirección (esto es natural) la discusión se corre hacia la "purificación" de las filas propias. Exactamente en este punto está faltando el aporte de NK: en este momento estaría definiendo (me parece) a un adversario que divida aguas entre progresismosabatellista + 6,7,8 + independientes filopinguinos + peronistas puros y duros + artemistas-lucascarrasquistas + etc y el resto. Esa tarea (definir qué proyecto, contra quién y por qué) debería hacerse urgentemente, y creo que esa se puede intentar empujar incluso desde los blogs (no digo que sea la opción más eficiente, ni siquiera sé si funcionaría, digo apenas que es una opción posible). Pero por ejemplo sería un momento extraordinario para hacer circular un proyecto de ley para legalizar el aborto. Ni siquiera estoy hablando de llevarlo al congreso: ponerlo en discusiones como fue en el comienzo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual... definir y obligar a todos a que se definan, ofrecer un ideal para defender o cuestionar (otro comentarista de la misma entrada en el blog de Eva propone que sea el Proyecto de Ley de Entidades Financieras, partiendo de la base de la propuesta de Carlos Heller por ejemplo, una idea excelente me parece). Esas son las apuestas riesgosas y (en mi opinión políticamente brillantes) que a NK le gustaban: es lo que pone a la gente en la calle a discutir política. Si se consigue eso, vamos a volver a ser los que queremos un país más libre y más justo contra los que quieren un país más conservador e intolerante.
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