Ayer a la noche fuimos al Bar do Arnesto, boteco (lo que se dice en buen castellano... un bolichongo) bien paulistano, con roda de samba cuando entra la noche. Todo hace referencia a la mejor tradición del samba paulistano (y no tanto del samba carioca) que tiene conceptualmente (pero no musicalmente, ojo!) un no se qué de tanguero. Por supuesto, homenajeado desde el nombre (vean si no el Samba do Arnesto), don Adoniran Barbosa, gran compositor y poeta popular, casi un Discepolo de estas tierras. Muito legal aquele barzinho!
Barra del bar: Mucha pinga paulista
Como se ve hay ambiente sambeiro!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario